LO QUE TODO CIUDADANO BIEN INFORMADO DEBE SABER SOBRE LA SITUACION DE LA VIVIENDA SOCIAL EN COLOMBIA

LO QUE TODO CIUDADANO BIEN INFORMADO DEBE SABER SOBRE LA SITUACION DE LA VIVIENDA SOCIAL EN COLOMBIA

Por Luis Alberto Vargas Ballén. 

Este documento puede ser considerado en la gestión de seguimiento y control ciudadano que las comunidades deben acometer en aras de garantizar que los escasos recursos se inviertan en viviendas que dignifiquen a las familias.

PUBLICADO EN 2007 

 

La Ciudad es la Gente, Sófocles


Preparado por Luis Alberto Vargas Ballén.

 

Presentación

D

Desafortunadamente en el país no hemos logrado erradicar los inmensos focos de corrupción y desidia administrativa, aunados a la despreocupación que la mayoría de los ciudadanos demuestra por el funcionamiento del estado.  A pesar del inmenso mar de disposiciones que promueven la participación ciudadana, ésta aún no se ha logrado en los niveles que el país requiere.

No obstante se han logrado avances en cuanto a la participación de la gente en lo que tiene que ver con la prestación de los servicios públicos domiciliarios, el acceso a la salud y la educación, pero en materia de vivienda social la corrupción campea.

No obstante los esfuerzos que cada gobierno trata de hacer en esta materia, los avances no son significativos, por ello nos animamos a escribir este ensayo, en el cual queremos enseñarle a la gente cuales compromisos ha adquirido el país en materia habitacional, planteamos a sí mismo unas propuesta de reforma y hacemos evidente la magnitud del déficit habitacional que afecta a los hogares colombianos, tratamos de aproximarnos al mercado de la vivienda social en el país y finalmente proponemos una serie de reformas que consideramos pueden implementarse en el corto plazo, no obstante mientras esto se logra será un reto de los veedores ciudadanos y de la ciudadanía en general velar porque los pocos recursos se inviertan bien para lograr el bienestar de los hogares.

Por ello es importante la adopción de una nueva POLITICA DE HÁBITAT, objetivo que se constituye en el principal propósito de este documento, aspiramos que en el mediano plazo se puedan materializar las aspiraciones de cientos de miles de hogares Colombianos, por tal razón se propone como documento marco de propuesta para solucionar el déficit de vivienda que acosa a las familias más pobras y vulnerables de la patria.

Esta es una propuesta política con profundo sentido social, que ha sido puesta a consideración del Ministro de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial para que sea incluida en el nuevo marco jurídico que se aproxima con la expedición de la Ley Orgánica de Hábitat, que aspiramos permita que ésta se convierta en una verdadera Política de Estado y que en el corto y mediano plazo se pueda saldar la deuda social que el país contabiliza desde hace varios lustros.

Las propuestas presentadas surgen de la experiencia acopiada por el autor durante más de catorce años y del estudio y análisis de las políticas habitaciones de los últimos cuatro gobiernos.  Además le sugiere al Gobierno la forma cómo se pueden conseguir los recursos para financiar esta Política de Hábitat, la cual debe ser una prioridad del Estado.


Resumen


E

En Colombia el déficit habitacional afecta aproximadamente a dos millones y medio de hogares, se incrementa a un ritmo superior a la cantidad de viviendas que se construyen anualmente en el país, calculado a razón de 200.000 hogares por año, las cifras difieren de acuerdo con los cálculos que realizan el DNP o los centros de investigación como el CENAC y UN Hábitat de Naciones Unidas.

Es decir que si nos proyectamos al 2016, tendríamos un escenario de déficit por atender aproximado a 4,6 millones de unidades de vivienda, las cuales se aproximan a 6.9 millones al año 2019.  Ya aquí encontramos un desfase con el documento Colombia Visión 2019 que estima ese déficit en 3.9 millones de viviendas.

 

Los compromisos del país con las Metas del Milenio.

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos, realizada en 1996 en Estambul, se proclamo que “La vivienda y los servicios adecuados constituyen un derecho humano básico que impone a los gobiernos la obligación de asegurar su obtención por todos los habitantes, comenzando por la asistencia directa a las clases más desfavorecidas mediante la orientación de programas de autoayuda y de acción comunitaria…

Igualmente los países latinoamericanos presentaron un Plan Regional de Acción en el que se establece la meta de aumentar las soluciones habitacionales, especialmente aquellas destinadas a las familias de bajos ingresos, para  evitar que el déficit cuantitativo continúe aumentando, a la vez que las políticas nacionales urbanas, de vivienda y medio ambiente, deben asegurar a todos los sectores el acceso a los servicios urbanos básicos y provocar un desarrollo sustentable de los asentamientos humanos.

En este mismo sentido el compromiso de las Naciones Unidas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio adoptados por los Estados  miembros de la ONU en el año 2000, en la medida en que contemplan la disminución de la pobreza y sus efectos sobre la vida de las personas, es un compromiso con las familias más pobres; con su cumplimiento, los territorios del mundo pueden mejorar las condiciones de vida de los habitantes en asentamientos humanos precarios.

 

Nuestra Propuesta para Atender el Déficit Habitacional en Colombia.

Es por estas razones y frente al desafío de utilizar en forma optima los recursos públicos y privados destinados a la vivienda social, que se presenta la siguiente propuesta política y social para lograr el fortalecimiento de las entidades territoriales, en el entendido que es su responsabilidad Constitucional procurar por la generación de un hábitat y entorno adecuado para sus ciudadanos.

Aquí abordamos la evaluación de las políticas en materia de vivienda social tomando en cuenta sus deficiencias y logros, pero incluimos una nueva visión de desarrollo descentralizada que parte de la necesidad de hacer que el Gobierno Nacional deje de ser ejecutor y sólo se dedique a fijar las políticas y directrices que la ejecución descentralizada y logro de las metas requiera, garantizando los recursos y ejerciendo la vigilancia y supervisión que los actores del sector requieren y que por el contrario sean los propios entes territoriales (hablamos de las regiones, provincias, distritos, áreas metropolitanas, municipios, entidades indígenas, corregimientos y localidades), quienes como directos responsables ejecuten las políticas en materia de hábitat, incluyendo sus propias condiciones culturales y aprendizajes; así mismo se plantean una serie de ajustes institucionales que permitan la canalización de recursos para subsidios y para créditos, además de la reducción de los costos transaccionales y de legalización de las viviendas sociales, todo visto bajo una concepción integral de hábitat, que también involucra el entorno y la productividad.

El principal objetivo de nuestras propuestas, es que todos los proyectos habitacionales deban incluir en sus diseños y ejecución, además de las viviendas, los servicios de agua potable, electricidad y evacuación de aguas residuales con disponibilidad inmediata y de buena calidad; además de áreas y zonas verdes, juegos infantiles y zonas de esparcimiento terminadas; y sus habitantes cuenten con acceso garantizado a la infraestructura educativa y de salud; con movilidad y transporte a los nuevos barrios; y acceso a los mercados básicos.

Se propone adoptar la perspectiva de proyectos habitacionales integrales, que facilitan el desarrollo armónico y sustentable de los asentamientos humanos del país en sus diversas y por ello mismo muy ricas regiones; a la vez que entregan la posibilidad de un real mejoramiento en la calidad de vida de las familias de bajos ingresos que serian las principales beneficiarias de este tipo de planes de vivienda, disminuyendo así radicalmente los niveles de pobreza y optimizando la inversión de los recursos públicos. Esta concepción incluye la reestructuración a los sectores que comprenden el Sistema General de Participaciones, tema que trataremos más adelante.

Se advierte que esta propuesta pretende ir mucho más haya de las disposiciones mínimas actualmente establecidas en materia de inversión de los recursos del Sistema General de Participaciones, especialmente las que se surten en los procesos de gestión de programas habitaciones para poblaciones vulnerables.

La vivienda nueva y los subsidios directos a la demanda son apenas un programa y un instrumento de la política urbana y de vivienda que requiere ser evaluado y ajustado.  La singularidad que ocasiona restringir o enfatizar la acción del Estado a estos aspectos, genera vulnerabilidad en la política y en el sector habitacional y de la construcción, por ello esta propuesta va mucho más haya.


1. Antecedentes

 

1.1. Situación del sector vivienda en Colombia

L

os gobiernos de Colombia sin excepción han enfrentado los efectos económicos y sociales de un estancamiento prolongado y un importante desbalance fiscal, ambos en el contexto del escalamiento del conflicto armado.   En respuesta a estos desafíos, cada nuevo gobierno ha definido un plan de reformas estructurales tendientes a controlar el déficit y dinamizar la economía y cada Presidente ha definido una estrategia alternativa con respecto al conflicto.  Estas políticas no han pasado de ser soluciones coyunturales a problemas estructurales, dando preferencia a sectores que si bien son prioritarios no resuelven la situación de la gran mayoría de Colombianos que viven en la pobreza y la miseria.

La construcción es uno de los sectores con mayor potencial de crecimiento, sobre todo después de haber mostrado una significativa contracción desde 1999 (24,5% en 1999 y 0,9% en 2000).  En la actualidad las actividades del sector se concentran principalmente en las edificaciones y vivienda de estratos medios y altos, como resultado de la fuerte disminución en la construcción de obras públicas.  Es importante destacar que la reciente contracción del sector ha tenido efectos negativos en el crecimiento de otros sectores como son la producción de materiales e insumos y en el mercado laboral, especialmente de la mano de obra no calificada y por ende en la producción de vivienda de interés social.

El Gobierno Colombiano se propuso como meta para el cuatrienio 2002-2006 la construcción de 400.000 nuevas viviendas, de las cuales según cifras del SIGOB a junio de 2005, llevaba ejecutadas 250.783, es decir el 62,7% del total, finalmente el 6 de agosto de 2006, informó que había logrado una ejecución del 98% del total propuesto.  Muy lejos estamos de concordar con estas cifras, pues al considerar un solo indicador de gestión de los subsidios de vivienda, encontramos que en promedio el 60% de los desembolsos de los subsidios se tarda entre 12 a 24 meses, es decir que de ser cierto el cumplimiento de la meta, apenas se tendrían construidas un poco menos de la mitad de los informado.  Una cosa es asignar subsidios y otra construir viviendas, desafortunadamente el gobierno confunde uno y otro concepto, lo cual atrofia las cifras y no nos permite verificar el cumplimiento de las metas.

Así mismo el Gobierno se ha propuesto en el documento Visión Colombia II Centenario: 2019, el objetivo de construir en el mediano plazo más de 3.9 millones de nuevas viviendas, de las cuales 2.2 millones serán VIS, con estas metas no sería posible alcanzar la meta de frenar el crecimiento del déficit.  Estas metas implican la generación anual en promedio de 278.500 viviendas nuevas, 157.000 VIS y 121.500 No VIS, además de 57.500 mejoramientos de vivienda, para un total de 336.000 unidades.  No obstante lo anterior, en el Plan de Desarrollo 2006-2010, el gobierno sólo se compromete con 410.000 unidades nuevas y algo así como 390.000 títulos a favor de familias que son poseedoras de terrenos donde han construido informalmente sus viviendas.


Cuadro 1.  STOCK DE VIVIENDA EN COLOMBIA


En la presente década el CENAC[1] estima que el volumen anual de construcción de nuevas viviendas debe ser de por lo menos 471.000 unidades, de las cuales 171.000 viviendas en promedio por año, para atender el déficit cuantitativo en 15 años, y de 300.000 mejoramientos anuales para atender el déficit cualitativo en 5 años.  Por lo tanto, se hace necesario casi quintuplicar el número de viviendas producidas anualmente para evitar que el déficit siga incrementándose.

Es interesante notar que la región que requiere mayores esfuerzos de aumento en su producción anual de soluciones habitacionales es la Ciudad Región: Bogotá, D.C. y sus municipios vecinos que deben pasar de una producción promedio de 34.000 viviendas anuales a un volumen superior a las 140.000 viviendas por año, es decir, debe producir casi cuatro veces lo que ha venido produciendo en los últimos años. 

En las regiones del Caribe, Pacífica y Centro se requiere incrementar la producción desde 47.000 viviendas por año a 200.000.  Es importante advertir que estas nuevas soluciones habitaciones no requieren ser construidas en las grandes ciudades, es importante por ello promover la vivienda en municipios y ciudades intermedias que por su posición geográfica y facilidades de transporte pueden beneficiarse de los servicios de las grandes metrópolis.

Como se puede observar en este cuadro, en Bogotá, se requiere generar 323.523 soluciones habitacionales para quedar solamente a paz y salvo con el déficit actual, una vez logrado esto, tendríamos que lidiar con la formación de hogares que es de aproximadamente 50.000 al año.




Una de las principales y grandes reformas que planteamos al sector es que precisamente la vivienda social preferiblemente se construya en zonas rurales o en los municipios de menor población[2], en donde las condiciones de vida, acceso a servicios públicos, educación y salud resulta económicamente sostenible, la calidad de vida alcanza mejores estándares y especialmente el desarrollo de la democracia se desenvuelve en mejores condiciones de participación y veeduría ciudadana.

En el cuadro 1 se muestra la forma como anualmente se incrementa el inventario de viviendas, cabe advertir que entre un 50% a 70% de estas viviendas son producidas de manera informal muchas de ellas por urbanizadores piratas y al margen de todas las recomendaciones técnicas de sismo resistencia y prevención de riesgos por causas naturales.

Nosotros estamos de acuerdo con las cifras reportadas por UN Hábitat y consideramos que los esfuerzos del país deben apuntar a la construcción de aproximadamente 500.000 unidades anuales de vivienda, constituyéndose este programa en la principal estrategia de crecimiento y desarrollo económico en la próxima década, y de generación de empleos; de alguna manera podríamos paliar la crisis irremediable que afectará al resto de la economía la entrada en vigencia o no del TLC, es decir que al incentivar la construcción esta sería una salida económica para mitigar estos efectos.


1.2. Generación de Empleo.

En materia de generación de empleo, este programa de construcción de vivienda social, de acuerdo con estimaciones de DNP, generaría 2 millones de empleos directos y 2.2. Millones de empleos indirectos. Ver Tabla 1.

Tabla 1. Empleo generado por el sector de la edificación en Colombia

 

Destino

Indicador

Entidad

Número de empleos

Directos

Indirectos

Adtivos

Total

Vivienda nueva

Mil m2 de construcción

CENAC

20.5

21.9

1.85

44.3

Una VIS nueva

DNP

4.0

4.8

-

8.8

Mejoramiento de vivienda

Una solución de vivienda

INURBE/

FEDEVIVIENDA

3.0

10.0

-

13.0

Fuente: CENAC, DNP, INURBE, FEDEVIVIENDA. Estudio CENAC para Asocajas Abril de 2.004.


1.3. El mercado de vivienda social en Colombia – principales características

Urbanización y déficit habitacional

 

En el año 2006 la población colombiana fue de 47 millones de habitantes, cifra determinada con los datos preliminares del Censo realizado por el DANE en donde encontramos municipios que han decrecido en población contrario a las proyecciones estadísticas, del total de la población más del 75% residirá en áreas urbanas.  Con esta base poblacional y una tasa anual de crecimiento demográfico de 1,8%, se calcula que cada año se conforman aproximadamente 200.000 nuevos hogares en el país (150.000 en áreas urbanas), lo cual representa una buena aproximación a la demanda anual por vivienda nueva.   En comparación, de acuerdo a cifras del Departamento Nacional de Planeación (DNP), durante los últimos cinco años el promedio anual de nuevas soluciones de vivienda construidas en Colombia – incluyendo construcción formal e informal – alcanzó un promedio de 130.000 unidades, arrojando una brecha de 70.000 en la oferta anual de nuevo stock de vivienda.




Acumulativamente, el déficit habitacional cuantitativo -- midiendo la diferencia entre el stock total de viviendas en el país y el número total de hogares – alcanzó 1.600.000 unidades en el año 2006, en las zonas urbanas del país[3].  A lo anterior se necesita sumar el déficit cualitativo de vivienda, es decir, las viviendas que requieren mejoramiento por defectos físicos o insuficiente dotación de infraestructura básica – típicamente de construcción informal e ilegal.  Con base en datos censales, el déficit cualitativo se estimó en 921.000 viviendas adicionales para el año 2006, arrojando un déficit acumulado total –cuantitativo y cualitativo – de más de dos millones quinientas mil unidades, equivalente al 26% de hogares del país.

De otra parte deben contabilizarse el número de viviendas que anualmente deben ser reemplazadas por los efectos de la violencia –atentados terroristas a municipios- y por desastres naturales.  En este aspecto, durante los últimos cuatro años la Red de Solidaridad Social ha reconstruido 5.831 viviendas, a las cuales deben sumarse las 2.419  viviendas reconstruidas en el año 2002, sin contar las 25.000 nuevas viviendas construidas en la Reconstrucción del Eje Cafetero y las que en la actualidad están amenazas por la erupción del Volcán Galeras.

Si por ejemplo en las cifras del Distrito Capital incluyéramos las 70.000 nuevas viviendas que se requiere construir por la necesidad de reubicar los hogares que habitan en las proximidades al Aeropuerto El Dorado, las cifras aumentan significativamente.

En este aspecto es importante advertir que antes que establecer una cifra arbitraria de nuevas viviendas como la propuesta por el actual gobierno de 400.000 viviendas, cuando en realidad los gobiernos debieran de comprometerse con producir este mismo número de viviendas pero cada año.


2. Reformas

 

2.1. Rediseño de las Instituciones del Sector Financiero Público y Ajustes al Mercado de Crédito

S

i bien los bancos que integran el sector financiero formal, incluidas las cajas de vivienda especializadas, el sector solidario a través de las cooperativas de ahorro y crédito, los fondos de empleados y las organizaciones no gubernamentales están participando de alguna manera en la concesión de préstamos para vivienda social, se suelen limitar los préstamos que otorgan a personas cuyos ingresos equivalen aproximadamente a tres salarios mínimos o más.  En Colombia existen muchas entidades que conocen a fondo el sector y tienen una amplia experiencia, sin embargo no disponen de recursos para fondear sus operaciones de crédito.

Existe una renuencia en la mayoría del sector financiero formal a otorgar hipotecas para viviendas cuyo valor es inferior a 70 salarios mínimos (COL $30,4 Millones) o préstamos por montos inferiores a 10 salarios mínimos (COL$4,3 Millones) a raíz del riesgo percibido.  Los costos administrativos, vale decir, suscripción de títulos valores y garantías, administración del préstamo, recaudo de la cartera, cobro jurídico, etc., son elevados en comparación con el valor de una hipoteca normal.  Por otra parte, el valor de la garantía es muy bajo porque el valor de reventa es limitado, y la ejecución de la garantía es costosa y toma tiempo (tres a cuatro años para ejecutar una garantía).  En el Congreso Nacional se generó una nueva legislación aprobada en 2003 que esperamos reduzca ligeramente esos costos y retrasos.

Algunas pocas instituciones financieras formales han hecho el intento de ofrecer préstamos para vivienda a microempresarios con fines de ampliación o rehabilitación de hogares existentes, ya que la vivienda suele ser también el lugar de trabajo.  Estos préstamos se otorgan a un grupo selecto de prestatarios a tasas de interés de mercado (no sujetas al tope impuesto por la Corte Constitucional a las tasas hipotecarias)[4], por un máximo de cinco años.  Hasta hace poco el tamaño de este mercado era bastante reducido debido al riesgo jurídico percibido.  Sin embargo, a raíz de la reciente promulgación de la ley de financiamiento al microcrédito (Ley 795), y con las reformas que planteamos es de esperar que crezca[5].

Por otro lado y al margen del sector financiero, existen una serie de cooperativas o asociaciones de crédito que participan en el mercado de vivienda, algunas en calidad de entidades especializadas en el financiamiento de vivienda, las cuales frecuentemente están vinculadas a las organizaciones populares de vivienda que construyen viviendas de manera colectiva.  Ese tipo de instituciones están más dispuestas a trabajar con familias cuyos ingresos son inferiores a dos salarios mínimos, ofreciéndoles préstamos para vivienda nueva o para rehabilitación.  Estas son las entidades con las que podríamos atender a cualquier hogar que requiera acceder al financiamiento de una vivienda.

En este aspecto se propone la unificación de la banca de segundo piso o de fomento en una nueva entidad denominada FONDO NACIONAL HIPOTECARIO –FNH- que surgiría de reunir en una sola entidad los fondos o créditos de redescuento destinados a vivienda social que actualmente administran BANCOLDEX (con su línea de crédito de vivienda para pequeños y micro empresarios), FINAGRO (para pequeños y medianos productores) y FINDETER (para construcción de vivienda VIS), sobra la base de la reestructuración del FONDO NACIONAL DE AHORRO –FNA-, entidad que cuenta con una basta experiencia de casi 40 años en la colocación de crédito hipotecario a bajas tasas de interés y dispone actualmente de un Patrimonio superior a los COL$1.3 Billones de pesos.  Adicionalmente el FNH recibiría como fuente de fondeo inversiones en títulos emitidos por FONPET, FONPEP y todos los Fondos Públicos constituidos para la administración de los recursos pensionales, incluyendo inversiones obligatorias de los Fondos Privados de Pensiones y Cesantías, como fuente alterna de recursos el FNH contaría con recursos canalizados por la proporción de inversiones forzosas de las entidades financieras que actualmente recibe FINAGRO y los recursos provenientes de una disminución del encaje bancario que actualmente administra el Banco de la República, garantizando así un constante flujo de recursos con vencimientos de mediano y largo plazo que permitan la adecuada transformación de plazos y evitar así posibles descalces.

Esta sumatoria de esfuerzos permitiría canalizar recursos de crédito multilateral en una relación de 1 a 10 con respecto al patrimonio, por un monto cercano a los COL$15 Billones de pesos requeridos para financiar con microcrédito aproximadamente a 1.500.000 hogares. 

El FNH tendría un régimen especial de inversiones cuya principal característica sería la prohibición de invertir recursos en TES[6] sin importar que sean emitidos por cualquier entidad gubernamental.

Como parte de esta estrategia las entidades habilitadas para redescontar recursos de este nuevo Fondo Nacional Hipotecario serían además de las entidades vigiladas por la Superintendencia Bancaria, todas las entidades del sector solidario (cooperativas, fondos de empleados, ONGs) y por supuesto los Institutos Financieros Departamentales y Municipales.  Los entes territoriales podrían redescontar recursos a través de sus entidades descentralizadas siempre y cuando la originación, administración y recaudo se realice con terceros profesionales expertos en estas actividades.

En este nuevo esquema una familia sin importar si es o no afiliada a una Caja de Compensación Familiar que recurra al subsidio para vivienda y disponga de un mínimo historial de ahorros y un ingreso comprobado, no encarará mayor dificultad para obtener una hipoteca.

Este esquema pretende atender a aquellos hogares que trabajan en el sector informal o por cuenta propia, que el sector financiero formal no considera elegibles o que por lo general suele exigirles ingresos más elevados (cuatro salarios mínimos) a efectos de que cumplan los requisitos establecidos en las normas de suscripción de valores, por cuanto a estas personas les resulta más difícil comprobar su historial de ingresos y sus ingresos suelen ser más inestables.  De igual manera se pretende llegar a todos los rincones de Colombia a través de todas estas entidades las cuales tendrían una única entidad de vigilancia y control que surja de la unión de esfuerzos y experiencia entre la Superintendencia Bancaria, la Superintendencia del Subsidio Familiar y la Superintendencia de la Economía Solidaria, esta última requeriría de una seria transformación y fortalecimiento para atender al denominado tercer sector o de las ONGs.

Ahora bien, como la percepción generalizada en los administradores de riesgo crediticio es que el riesgo de incumplimiento es sumamente elevado, ya que hasta un 60% del ingreso de los hogares más pobres debe destinarse a pagos de hipoteca, servicios públicos y transporte, con lo que el excedente para alimentos, ropa y gastos imprevistos se reduciría al mínimo; se plantea la conformación de una única institución que otorgue garantías al sector financiero tradicional y al solidario, en este sentido nuestras reformas plantean la UNIFICACIÓN para optimizar recursos y desburocratizar el sistema, del Fondo de Garantías de Instituciones Financieras –FOGAFIN- con el Fondo de Garantías del Sector Cooperativo –FOGACOP-, incluyendo en esta gran entidad al Fondo Nacional de Garantías –FNG- como un fondo cuenta que otorgue las garantías o seguros de crédito a las entidades operadoras de crédito hipotecario redescontados ante el FNH.

La reestructuración del Fondo Nacional de Ahorro plantea además de su transformación en Empresa Industrial y Comercial del Estado, la conformación de un Patrimonio Autónomo en el cual se continúe la administración de la actual cartera hipotecaria y la colocación de recursos en sus líneas de crédito tradicionales para sus actuales y potenciales afiliados, incluyendo en este esquema la obligación de canalizar recursos de crédito en condiciones similares o mejores para los miembros de las fuerzas armadas y de policía, que en la actualidad alcanzan una cifra aproximada a los 200.000 hogares que no alcanzan a ser atendidos por la Caja Promotora de la Vivienda Militar y de Policía.

Adicionalmente para fortalecer este nuevo esquema financiero, las entidades públicas de todo orden tendrían prohibido el otorgamiento de cualquier tipo de crédito a sus empleados o dependientes, los  nuevos créditos deberían ser canalizados a través del FNH y de sus entidades operadoras, esto incluye la obligación que tendrían de ceder las carteras actuales al FNH para que continúe con su administración y recaudo hasta la finalización de los plazos pactados.

 

2.1.1. Hacia la construcción de una Nueva Política Integral de Hábitat

Entre los años 1939 y 1991, el Instituto de Crédito Territorial (ICT) fue el ente estatal encargado de atender las necesidades habitacionales de la población de bajos ingresos. El ICT desarrollaba directamente todas las acciones que conforman el ciclo de producir una vivienda, es decir, se encargaba de la planificación, diseño, construcción, asignación, y finalmente del financiamiento de largo plazo que requerían los beneficiarios, entregando créditos con tasas fuertemente subsidiadas.

Con el tiempo el ICT evidenció altos grados de ineficiencia administrativa y morosidad de su cartera hipotecaria.  Esta, entre otras causas, llevaron a que el Gobierno Nacional decidiera, a comienzos de los años noventa, proceder a su liquidación y a redefinir la política y sistemas de subsidio para vivienda social, enmarcándolos dentro de un nuevo marco del gobierno como facilitador de oferta privada junto con el uso de subsidios directos a la demanda, haciendo de Colombia uno de los países pioneros en la implementación en su política de vivienda social de las directrices del Banco Interamericano de Desarrollo –BID-.

No obstante el esquema actual de subsidios no es sostenible en el tiempo, por esa razón proponemos que el SFV permanezca durante un plazo de 10 años o menos hasta que el país se ponga al día en la atención del déficit habitacional, a partir de dicho momento, la política debería fundamentarse en el otorgamiento de crédito en condiciones financieras adecuadas a los hogares colombianos, esquema que es mucho más sostenible en el largo plazo.

 

2.1.2. El actual Sistema de Subsidio Familiar de Vivienda (SFV)

En el año 1991 se creó el sistema de SFV.  Este consiste en un aporte del Estado o una Caja de Compensación Familiar a hogares de menores ingresos para que, junto con su ahorro previo y, si fuera el caso, un crédito complementario, pueda adquirir o construir una solución de vivienda directamente del mercado.

En la primera fase de aplicación del SFV, hasta 1998, el sistema pasó por una larga curva de aprendizaje, demorando en consolidarse lo suficiente para crear un clima de confianza por parte de beneficiarios y oferentes.

No obstante, el sistema comenzó a presentar aspectos problemáticos, tales como: (i) el bajo monto del subsidio, que cubría en promedio sólo un 30% del valor total de la vivienda, limitó fuertemente el acceso al sistema de familias con baja capacidad de ahorro y limitado acceso al sistema crediticio, lo que se agravó al eliminar el ahorro previo programado como requisito para optar al SFV; (ii) los mecanismos de asignación estuvieron permeados por intereses de carácter político, lo cual restó transparencia y credibilidad al sistema; (iii) las continuas variaciones en las reglas del sistema, particularmente respecto a los tipos de soluciones de vivienda elegibles y los montos asignados al sistema por el presupuesto nacional dificultaron la participación y credibilidad en el sistema por parte de oferentes del sector privado; y (iv) la mala calidad constructiva de las viviendas generada por la corrupción asociada al sistema.

 

2.2. Reforma del Sistema del Subsidio Familiar de Vivienda

Para atender estas falencias, proponemos una reforma estructural a la política de vivienda social, a raíz de lo cual el país debe comenzar, iniciando por los municipios a construir una POLITICA INTEGRAL DE HABITAT, realizando ajustes en la normatividad del sistema, los principales aspectos que se proponen se refieren a:

(i)           Definir un monto único del subsidio familiar de vivienda, aproximado a los 25 smlmv, sin importar la fuente del recurso[7], para atender a todos los estratos socioeconómicos vulnerables y para cualquier tipo de vivienda, cubriendo como máximo un 50% del valor total de la vivienda;

(ii)          Generalizar la aplicación del sistema de ahorro programado como requisito ineludible para optar al subsidio, logrando incrementos en el tiempo hasta llevarlo a un mínimo del 20% del valor de las viviendas al cabo de cinco años y al 30% al cabo de diez años; y

(iii)         Lograr el mejoramiento de la eficacia y transparencia del sistema mediante la unificación de los procedimientos de elegibilidad, promoción, asignación y pago del subsidio a las familias.

Se propone que sean las Cajas de Compensación Familiar –CCF- a través de la creación de un Fondo Nacional de Vivienda Único para las 52 CCF existentes que realice los trámites y el pago de los subsidios, incluyendo en este fondo los recursos que el Gobierno Nacional canaliza a través del Fondo Nacional de Vivienda, Banco Agrario, Red de Solidaridad Social y demás entidades del sector.

Para mejorar la estabilidad presupuestaria del sistema, mediante una reforma a la ley de vivienda debemos establecer que, durante un periodo de diez años a partir del año 2008, el Presupuesto Nacional deberá asignar, como mínimo, el equivalente a COL$950.000 millones, destinados a financiar los Subsidios de Vivienda VIS, sin contar los COL$540.000 millones que anualmente deberían destinar las Cajas de Compensación Familiar, ajustando los actuales montos destinados al Subsidio en dinero y al FONEDE o Subsidio al desempleo.  En todo caso los costos administrativos de este esquema unificado de administración y asignación de subsidios no deben superar el 3% del valor total de los recursos.


2.3. Optimización de los Recursos del Sistema General de Participaciones

Se propone crear un nuevo sector denominado HABITAT, financiable con los recursos del SGP, con un 5% proveniente del Sector Educación y un 3% del Sector Salud, este 8% sería para que los entes territoriales realicen inversiones directas sea en subsidios o proyectos habitaciones.  Se calcula que con los $15 billones de SGP para 2008 podríamos contar con $1.2 billones para vivienda social ejecutados a través de los entes territoriales.

 

2.4. Seguridad jurídica y eliminación de costos de transacción (trámites).

Se plantea disminuir costos transaccionales mediante curadores provinciales, eliminar la necesidad de licencias de construcción para obras menores a 300 m2, reducción de costos notariales y de registro, establecer controles al precio de la tierra y de los materiales básicos de construcción, disminución de tramites de postulación y legalización, etc. 

Al respecto de la seguridad jurídica que requieren los actores del sistema y que tanto ha venido reclamando en los últimos años CAMACOL sin plantear propuestas concretas, como parte de esta política que proponemos, queremos abrir la discusión sobre los asuntos que consideramos necesarios para mejorar las relaciones del Estado con los actores del sector de la Construcción y dinamizar de esta forma la construcción de vivienda social y con ello la economía del país.


2.4.1. La Construcción y su impacto en la Economía del País.

La importancia del Sector de la Construcción en la economía del país es trascendental, el sector contribuye con más de 18% del valor agregado nacional.  Por cada $100 pesos de valor agregado, la edificación origina $45 en salarios, $26 en ingreso mixto y $9 en excedente de explotación.

Como factores desfavorables identificados por el gremio, Camacol identifica los siguientes:

q  Las limitaciones en el acceso a los subsidios,

q  Los costos de la Construcción,

q  Las Restricciones en el acceso al Crédito para VIS,

q  Otras restricciones presupuestales y

q  La inseguridad jurídica.

En cuanto a los factores de Inseguridad Jurídica, estamos convencidos de la importancia de utilizar el proyecto de Ley Orgánica de Hábitat, para incorporar al mismo la derogación de una serie de normas y trámites dispendiosos que permitan la disminución de costos y la desaparición de controles innecesarios, todo lo cual redundará en el bien de las familias colombianas como receptores en primera instancia de una mejor calidad en sus viviendas y para el país por la importancia que tiene el sector en la economía nacional.

 

2.4.2. Propuestas para la Ley Orgánica de Hábitat.

Existen en la actualidad más de 3.000 artículos incluidos en Leyes, Decretos y Resoluciones que reglamentan el Sistema de Vivienda de Interés Social, esta hiperinflación normativa afecta sin lugar a dudas el ritmo de la actividad constructora, golpeando más a las personas de escasos recursos, que gastan importantes recursos en trámites, vueltas y papeleos en muchos casos inoficiosos.  Es importante evaluar la efectividad de dichas normas y procurar su compilación y racionalización, teniendo como premisa la reactivación económica del sector.

A manera de ejemplo, se plantean preliminarmente temas como los siguientes:

 

EN MATERIA DE VIVIENDA DE INTERES SOCIAL

  1. Creación de una VENTANILLA ÚNICA a cargo de las Oficinas de Registro de Instrumentos Públicos en las cuales se legalicen, liquiden y recauden todos los impuestos y tasas contributivas de carácter nacional y local, referentes al proceso de legalización de tierras, desenglobes, constitución de copropiedades y/o propiedad horizontal, venta de inmuebles para VIS, constitución de hipotecas, patrimonios de familia, afectaciones a vivienda familiar, entre otros.  Esto para optimizar el proceso de legalización que deben realizar los Constructores ante las Notarías, Oficinas de Registro, Oficinas de Catastro, Beneficencia y Tesorerías Departamentales, Distritales y Municipales y demás entidades que participan en estos trámites.
  2. Además de lo anterior, se propone eliminar toda clase de normas y requisitos obsoletos que permitan redundar en la disminución de costos o controles innecesarios y trámites dispendiosos que encarecen la actividad de la construcción de Vivienda Social y no retribuyen de manera efectiva valor agregado a la economía nacional.  Al expedirse una Ley Orgánica de Hábitat todas las normas anteriores obsoletas quedarían derogadas automáticamente.

Existen estudios serios de CAMACOL en los cuales se calcula que aproximadamente un 26% del valor total de una Vivienda Social está representado en el costo de los trámites de legalización de las urbanizaciones y en impuestos directos e indirectos que gravan la actividad, pese a existir por Ley la Devolución del IVA por Compra de Materiales. 

Se calcula por parte de organizaciones de vivienda, que entre un 15% y 22% del valor de los subsidios de vivienda se pierde en los trámites y costos que deben adelantar las familias durante el proceso de postulación, aprobación y legalización de sus viviendas, si racionalizamos esto, el valor de los subsidios se puede invertir de mejor manera en las propias viviendas, ampliando sus áreas construidas o mejorando sus especificaciones técnicas.

  1. Creación de CURADORES URBANOS PROVINCIALES Y METROPOLITANOS para atender aquellos municipios que en la actualidad no cuentan con esta importante figura, los Gobernadores organizarán en sus jurisdicciones con los criterios técnicos señalados por el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial para la selección y su funcionamiento;  Curadurías para atender dos o más Municipios cuya suma de población se aproxime a los 200.000 habitantes.

En aquellos municipios pertenecientes a Áreas Metropolitanas o en proceso de conurbación con Ciudades Capitales, éstos serian atendidos por los Curadores existentes en dichas ciudades.  Se busca agilizar y profesionalizar los procesos de expedición de licencias y de ordenamiento territorial con miras a organizar territorialmente las futuras ciudades y regiones del país.

En el caso de Bogotá, D.C. se crearían cuatro curadurías urbanas para atender las localidades más vulnerables al crecimiento informal de la ciudad, como Ciudad Bolívar, Usme, Suba, Rafael Uribe y otras.

Durante la transición, las Oficinas de Planeación o quienes hagan sus veces, adoptarán de manera inmediata como metodología para el trámite y expedición de las Licencias, la Norma ICONTEC NTC 5154 (2003-02-26) que establece el Procedimiento para el Estudio, Trámite y Expedición de Licencias de Urbanismo y Construcción.

Adicionalmente se propone la adopción de un régimen disciplinario y de control a las actuaciones de los curadores urbanos (similar al existente para los notarios) y la creación de un fondo de estabilización que permita que las curadurías de menores recaudos se beneficien por los recaudos que en exceso apropian los curadores de las grandes ciudades del país.

  1. Se propone racionalizar el costo de las expensas de las Oficinas de Planeación y Curadurías Urbanas, disminuyendo trámites innecesarios y estableciendo mecanismos más efectivos de recaudo, incluso se propone aumentar la vigencia de las Licencias de Urbanismo y Construcción a 36 meses prorrogables por 18 meses más para facilitar el proceso de desarrollo de los proyectos que hoy se encuentran inactivos o en proceso de reiniciación.

En la actualidad, según información del DANE; más de 2.75 millones de m2 de construcción se encuentran INACTIVOS, localizados principalmente en las Ciudades de Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga y el Eje Cafetero.  Lo que significa que si enfocamos esfuerzos financieros a estos proyectos, en el corto plazo el PIB de la Construcción podría incrementarse en un 69%, que es el resultado de sumar los 2.75 millones de m2 a los 3.94 millones de m2 que es el estado actual de avance de las obras que continúan en proceso.

  1. En el proceso de Calificación de Proyectos de Vivienda y de Postulación de Beneficiarios a los subsidios, se propone abolir toda clase de trámites y presentación de documentos, declaraciones y certificados cuya información principal repose en las demás entidades del Estado.  En este caso el IGAC, las Oficinas de Catastro, las Oficinas de Registro de Instrumentos Públicos, las Empresas de Servicios Públicos y demás autoridades suministrarán en forma expedita y en medio magnético toda la información que sea requerida para estos efectos por el Fonvivienda, las Cajas de Compensación y las demás entidades encargadas de tramitar la ELEGIBILIDAD de los proyectos y que participan en el Sistema Nacional de Vivienda.  Por ejemplo la consulta de certificados de libertad y tradición debe ser a través de la Web.
  2. Se propone igualmente en caso de no prosperar la erradicación de tantos, tan dispendiosos y costosos trámites, crear el Subsidio a los Trámites, que a manera de reconocimiento por parte del Estado le permita a los beneficiarios de las viviendas de interés social acceder a todos los trámites y requisitos del Estado sin desembolsar un solo peso, a cambio el Gobierno le reconocerá a las entidades y servidores públicos los costos en que se incurran.

 

EN CUANTO A LOS ORGANOS DE CONTROL.

  1. Incluir un artículo sobre Informes y reportes ante los Organismos de Control, Regulación y Vigilancia. Con el propósito de racionalizar y optimizar la administración el proceso de gestión, preparación y presentación de Informes sobre la Gestión de las Entidades y Organismos del Estado y de las empresas privadas sujetas a control y vigilancia, los Organismos de Control, Regulación y Vigilancia deberán establecer cada uno en coordinación con los demás, cuando la información que soliciten sea homogénea; un único Informe el cual debe contener todos aquellos aspectos, variables y conceptos que constituyan su materia de estudio y les permita el ejercicio pleno de sus funciones de acuerdo con el ámbito de sus competencias.

En aquellos casos en los que la información que deban presentar las Entidades y Organismos del Estado y de las empresas privadas sujetas a control y vigilancia, cuyo contenido sea similar u homogéneo y que sea requerido por dos o más de estos órganos, la entidad que reporta unificará el envío de la información requerida, evitando su duplicación.

Queda prohibido a los servidores públicos y será causal de mala conducta sancionada con la destitución del cargo, la solicitud de informes adicionales a los establecidos en la forma que lo prevé este artículo, exceptuándose de esta prohibición los informes que soliciten las autoridades cuando se trate de investigaciones disciplinarias, fiscales o judiciales."

 

EN CUANTO A LOS DEITOS ASOCIADOS A LA URBANIZACION Y FORMACION ILEGAL DE LAS CIUDADES.

Se deben endurecer las penas y actualizar los delitos asociados a la urbanización ilegal, formación y construcción irregular de la ciudad y de las viviendas, generando por ejemplo una inhabilidad política a los gestores de vivienda para aspirar o participar en campañas políticas y para aspirar a ser elegidos en cargos de elección popular, endureciendo las penas para los profesionales que actúen de manera irregular y que se presten a firmar o legalizar proyectos que no cumplen con las más mínimas normas urbanísticas.

Bien es sabido que por ejemplo en el caso de Bogotá, son los urbanizadores piratas quienes cuentan con un mayor número de ediles y concejales, elegidos mediante la estafa y engaño a los ciudadanos y familias más pobres y vulnerables de la ciudad, generando con su accionar una verdadera epidemia social que se refleja en los indicadores sociales de miles de familias que habitan en los barrios subnormales de las ciudades y que le cuesta muchos recursos al presupuesto público.

 

LUIS ALBERTO VARGAS BALLEN

luisalbertovargasballen@gmail.com

http//evivienda.blogspot.com

 

ENTIDADES / FECHAS

CARGO / FUNCIONES

2007  Ebusiness Vivienda

Consultoría en Vivienda de Interés Social, Asesor para el diseño de un nuevo seguro de cumplimiento para los Subsidios Familiares de Vivienda.

2007  Correcol y Seguros Colpatria, SCA Presidencia Nacional

Asesor para el diseño de un nuevo seguro de cumplimiento para los Subsidios Familiares de Vivienda y montaje de Diplomados para Gestores Habitacionales.

Julio 2005 a Febrero 2007

         Caja de Compensación Familiar Campesina – COMCAJA

Asesor de Dirección y Coordinador del Programa Hábitat

(Sector Seguridad Social)

2005  Fondo Nacional de Ahorro
          Caja de la Vivienda Popular
         
Distrito Capital  de Bogotá, D.C.

Asesor  de Presidencia (Sector Financiero Público – Banca Hipotecaria)

Coordinador Administrativo y Financiero del Programa de Mejoramiento Integral de Barrios. (Sector Público – VIS)

Enero 2003 – Diciembre 2004

         Financiera de Desarrollo 

         Territorial S.A. – FINDETER

Asesor de Presidencia y Coordinador del Programa de

Elegibilidad de Proyectos de Vivienda de Interés Social. (Sector Financiero Público - Banca de 2do Piso)

Julio 1999 – Noviembre 2002

         Fiduciaria La Previsora S.A.

Director de la Oficina Armenia para el Fondo para la

Reconstrucción y  Desarrollo Social del Eje Cafetero – FOREC. (Sector Financiero Público –Terremoto 1999)

1998  Sure Ltda. Asesores en Seguros

Gerente (Sector Financiero Privado – Seguros)

1997   Corporación para la Investigación Socioeconómica Regional – CISER

Investigador Asociado (Sector Académico Privado –

Investigación)

1998 a 2003

      Consejo Territorial de Planeación

      de la Ciudad de Armenia

Secretario y Vicepresidente, participe en la formulación,

estudio y conceptualización del Plan de Desarrollo de Armenia

1998-2000 y en la formulación, estudio y adopción del Plan de

Ordenamiento Territorial de la Ciudad de Armenia 1998-2006.

1995 a 1997

       Comité Promotor Creación del

       Área Metropolitana del Quindío

Secretario Ad.hoc, miembro en representación del Municipio de Circasia, este fue u ejercicio macro de planificación para el desarrollo regional en el Quindío.

Abril 1996 – Agosto 1997

      Valencia & Iragorri Ltda.

Director Regional Oficina Eje Cafetero y Coordinador del FNA (Sector Financiero Privado – Seguros)

Enero 1995 – Marzo 1996

      Municipio de Circasia, Quindío

Secretario General del Concejo Municipal (Sector Gobierno – Social)

Enero 1993 – Enero 1995

      Gobernación del Quindío

Coordinador del Programa Juventud e Infancia del Departamento (Sector Gobierno – Social)

Agosto 1990 – Diciembre 1991

      Municipio de Circasia, Quindío

Jefe de Planeación y Obras Públicas Municipales (Sector Gobierno – Social)

 

 



[1] Centro Nacional de Investigaciones del Sector de la Construcción.

[2] Contrario a lo manifestado en el Documento Visión 2019, Se que propone desestimular el crecimiento de la población en los centros urbanos y estimular que la población retorne al Campo y/o que se fortalezcan los miles de centros poblados del país.

[3] Extrapolación de los datos suministrados por DNP y UN-Hábitat.

[4] En 2000 la Corte Constitucional y el Banco de la República dispusieron que para que el sistema de indexación de préstamos hipotecarios siguiera siendo coherente con la Constitución, las tasas de interés aplicables a créditos para vivienda tenían que estar sujetas a un tope equivalente a la inflación más 13,9% (inflación más 11% en el caso de vivienda social).

[5] En virtud de la Ley 795 se crea una categoría especial de préstamo para préstamos para vivienda por debajo de 25 salarios mínimos (COL$9,4 miillones) y un vencimiento máximo de cinco años, lo cual permite a las instituciones de préstamo cobrar comisiones de crédito que superan el tope impuesto por la Corte Constitucional a las tasas de interés.

[6] Se propone dejar de financiar el Déficit del Gobierno Central mediante la prohibición de invertir recursos en TES.

[7] En la actualidad los hogares pueden recibir subsidios cruzados del Gobierno Nacional y de los Departamentos y Municipios, que en algunos casos alcanzan a ser iguales al valor de la vivienda.