Perspectivas y Oportunidades de la
VIVIENDA SOCIAL EN COLOMBIA

“De cómo el Estado puede asumir el reto de hacer realidad el Sueño de los 
Colombianos de tener una Vivienda Digna.

por: 
LUIS ALBERTO VARGAS BALLEN
evivienda@gmail.com

Imagen de nuestro logo "manos unidas por la vivienda" diseñado  para el Foro de Instrumentos de Gestión de Vivienda Social realizado en  el Salón Rojo del Hotel Tequendama el 2 de maro de 2011 por eVivienda y el Diario La República, que esta siendo utilizado de manera indebida  y sin autorización por el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio.

Ponencia.
Luis Alberto Vargas Ballén
Gerente de eBusiness Vivienda
Director del Diplomado para Gestores Habitacionales

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Notas:
1.  La ponencia se desarrolla sobre la base de un recuento de las cifras y se van presentando las propuestas en cada capítulo, de tal forma que el diagnóstico (sin ser muy profunda la reflexión sobre el mismo) sirve para plantear las propuestas.
2.  Respetamos y valoramos las opiniones, criticas, e incluso los ataques que puedan devenir, pero mucho más las sugerencias constructivas.
3.  Nuestro punto de vista es crítico de la situación actual de la vivienda en el país pero muy propositivo.


La Ciudad es la Gente, Sófocles

Saludo
Son grandes los retos actuales que afronta el país, los retos son mayúsculos y requieren del esfuerzo de todos nosotros, los ciudadanos preocupados que estamos llamados a plantear soluciones apropiadas, innovadoras y eficaces. 
Estoy muy alejado de la política electoral, me considero un damnificado y victima del abuso de confianza; actualmente como empresario preocupado por la política habitacional, me motiva el servicio a la gente, a las familias que luchan todos los días por conseguirle un techo digno a sus hijos, especialmente a las madres Cabeza de Familia, mi aspiración no va más allá de ser el gerente de mi propia empresa.
Pero el devenir actual del sector habitacional en Colombia es muy preocupante, está infartado.  El programa coyuntural (que no puede recibir el nombre de política institucional) de regalar cien mil casas es un burdo remedo de las casas sin cuota inicial del Presidente Belisario Betancur que en esa época terminaron por quebrar al Instituto de Crédito Territorial, ahora el que -para bien de todos- saldrá damnificado con su quiebra y posterior liquidación será el Fondo Nacional de Vivienda.
Como empresario, sé que mi gestión se debe basar en el diseño de políticas y programas que sean factibles de ejecutar, que puedan contar con recursos para culminar con éxito y que por supuesto, sus resultados puedan ser medidos con los más estrictos indicadores de gestión.  Que sean rentables, con rendimientos económicos y también sociales.  Pero especialmente sustentables y sostenibles en el tiempo.
Espero que mi gestión empresarial me permita acrecentar los productos y servicios de eVivienda pero más me motiva poderle servir a la gente sin techo, con programas que puedan ser evaluados con indicadores de gestión objetivos, con este criterio desempeñó mi gestión empresarial.

Presentación
Nos han invitado al 3er Foro sobre las Perspectivas y oportunidades de la Vivienda de Interés Social en Colombia, invitación que agradezco y de manera rápida comenzare a tratar.
En mi intervención más que detenerme en el diagnóstico, al cual se han referido quienes me han antecedido en el uso de la palabra, quiero proponerles sin dejar de mencionar algunas cifras que considero importantes para justificar mis propuestas, varias ideas para que la gestión en vivienda social alcance los resultados que el país necesita.
Espero recibir de todos Ustedes, los amigos y amigas que hoy nos acompañan, todas las sugerencias opiniones y críticas constructivas que nos permitan construir en el menor tiempo posible un Proyecto de Ley para ser tramitado en el Congreso de la República.  Necesitamos de una verdadera POLÍTICA NACIONAL DE VIVIENDA.

A continuación relaciono los elementos que el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, considera deben ser involucrados en los análisis para considerar que una familia acceda al derecho a una vivienda adecuada; abordo estos elementos debido al problema de la inexistencia de una definición aceptable y reconocida ampliamente del conjunto de elementos comprendidos en el derecho a la vivienda para concluir que, según el derecho internacional, los individuos deben gozar de los siguientes derechos en cuanto a la vivienda:
1)  http://www.un.org/Pubs/CyberSchoolBus/spanish/cities/clear.gifSeguridad jurídica de la tenencia: Todos los individuos están protegidos por la ley contra el desahucio, el hostigamiento y otras amenazas. Los Estados Partes están obligados a adoptar medidas inmediatas para garantizar la seguridad jurídica de la tenencia a quienes carecen de esa protección, tras consultar realmente a los afectados. 
Para el caso Colombiano, este déficit se evidencia con el número de predios destinados a vivienda cuyos habitantes no poseen títulos de propiedad  o que han sido forzados a abandonarlos o titularlos a terceros por presión de grupos ilegales.  Más adelante veremos cifras sobre estos aspectos.
2)    Disponibilidad de servicios, materiales e infraestructura: Todos los individuos tienen derecho a un acceso sostenible a los recursos comunes, el agua potable, el combustible de cocina, la calefacción y el alumbrado, las instalaciones de saneamiento y lavado, el almacenamiento de alimentos, la eliminación de residuos, la evacuación de aguas residuales y los servicios de emergencia.
En Colombia, el DANE ha censado el número de viviendas que adolecen de servicios públicos básicos, dando un promedio de 32% en déficit.  Esta labor corresponde principalmente resolverla a las Empresas de Servicios Públicos Domiciliarios, cuya función no debe ser sólo acumular utilidades sino ampliar las coberturas y la calidad del servicio, especialmente.
3)    Precios razonables: Los costos relacionados con la vivienda no deben alcanzar un nivel que amenace o comprometa la consecución y satisfacción de otras necesidades básicas.  Hay que establecer subsidios de vivienda diferenciales para las personas que no tengan acceso a ésta y proteger a los arrendatarios contra los alquileres excesivos. Los Estados deberían garantizar la disponibilidad de materiales de construcción en las regiones en que éstos se obtienen principalmente de sustancias naturales.
La política de vivienda en Colombia considera fundamentalmente el otorgamiento de subsidios a los hogares de bajos ingresos (inferiores a 4 smmlv) y de los niveles 1 y 2 del SISBEN, de hecho esta herramienta de financiación ha sido confundida por los Gobiernos y por los actores del sistema como la propia política habitacional, dejando de lado otros instrumentos más importantes y de mayor alcance, como por ejemplo el garantizar que los hogares no propietarios paguen un canon de arrendamiento justo.
4)    Vivienda habitable: Una vivienda adecuada es aquella cuyos moradores disponen de espacio suficiente y están protegidos contra los elementos y otros riesgos para la salud, como las estructuras peligrosas y los vectores de enfermedades.  Se debe garantizar la seguridad física de los ocupantes.
El DANE ha tenido en cuenta para el Censo de 2005, los hogares cuyos miembros viven en un número superior a 3 en una misma habitación de una vivienda y que además adolecen de materiales apropiados en pisos, paredes y cubiertas y estructura que hagan considerar la vivienda como de desarrollo incompleto y hacinamiento crítico.
5)   Acceso a la vivienda: Todos los individuos que tengan derecho a una vivienda adecuada también deben tener acceso a ella.  Hay que garantizar cierto grado de prioridad en la esfera de la vivienda a grupos desfavorecidos, como las personas muy mayores de edad, los niños(as) huerfanos, las personas con discapacidades físicas, los enfermos desahuciados, los individuos infectados con VIH, los enfermos crónicos, los enfermos mentales, las víctimas de desastres naturales, los que viven en zonas expuestas a desastres naturales y otros grupos.
La política de vivienda en Colombia ha establecido requerimientos mínimos de diseño para población discapacitada, los cuales no han sido debidamente promovidos y exigidos a los constructores.  De otro lado, se otorgan subsidios de vivienda a los hogares de bajos ingresos que resultan afectados por desastres naturales, que son forzados a desplazarse de sus viviendas y por atentados terroristas.
6)    Ubicación: Una vivienda adecuada debe estar ubicada de modo que permita el acceso a los lugares de trabajo, los servicios de atención de la salud, las escuelas, las guarderías infantiles y otros servicios sociales.  No se deben construir viviendas en zonas donde la contaminación represente una amenaza para el derecho a la salud.
En esta materia, el país está lejos de establecer una política integral de hábitat que obligue al diseño, construcción y entrega a la comunidad de infraestructuras que garanticen la adecuada movilidad de los habitantes y su acceso efectivo y a cortas distancias a los servicios de educación, salud, seguridad, culto, recreación, deporte y esparcimiento y desde luego a sitios de comercio.  La Corte Constitucional en la Sentencia No. C-149/10, declaró inconstitucional el artículo de la ley del Plan Nacional de Desarrollo que establecía los Macro proyectos de Interés Social Nacional que era un remedo de norma que pretendía este aparentemente este objetivo y que pretendía pasar sobre las competencias de los Concejos Municipales y de los Alcaldes.
7)    Adecuación cultural: Una vivienda adecuada debe permitir la expresión de la identidad y la diversidad culturales.  No se deben sacrificar las dimensiones culturales de la vivienda en aras del desarrollo o la modernización.

COMENTARIOS.
Estos son algunos aspectos relacionados con el derecho a una vivienda adecuada que ponen de manifiesto la complejidad del tema e ilustran las diversas perspectivas que se deben tener en cuenta para cumplir la obligación jurídica de satisfacer el derecho a la vivienda de los Colombianos, de conformidad con lo dispuesto en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Cualquier persona, familia, hogar, grupo o comunidad que viva en condiciones que no satisfagan plenamente esos requisitos podría argüir justificadamente que se está violando uno de los derechos humanos, su derecho a una vivienda adecuada, reconocido por el derecho internacional.
No obstante, habida cuenta de la situación jurídica poco clara de la mayoría de los derechos económicos, sociales y culturales, no es probable que el derecho a la vivienda sea aplicable, especialmente en los países en desarrollo, donde la mayoría de las personas no disponen de los medios necesarios para adquirir una vivienda adecuada.  Todo indica que el ejercicio gradual del derecho a la vivienda está estrechamente vinculado al avance general del desarrollo económico y social y a los pocos recursos que el gobierno pueda canalizar para esta necesidad.
No resulta adecuado regalar viviendas.  Es lo mismo que regalar pescados.  Lo que debemos es enseñar a Pescar.
En este aspecto, nuestras propuestas recobran su importancia, pues lo que tratamos es de entregarle iniciativas a los gobiernos para que puedan planificar y establecer en debida forma una política pública de hábitat que atienda todas y cada una de las variables deficitarias y que procure la apropiación de suficientes recursos o por lo menos que entregue herramientas de gestión que debidamente focalizados y administrados puedan atender y mitigar los aspectos más críticos del déficit en vivienda que soportan los Colombianos.
Es grato comentar que una gran mayoría de nuestros apuntes propositivos han sido incluidos en las Leyes 469 y 1537, en la primera ley por nuestra participación activa en la segunda porque fuimos plagiados.  Lo cual no importa siempre y cuando sea en beneficio de toda la sociedad.

Capítulo 1. Veamos las metas a las cuales estamos enfrentados.
Según lo informó el diario El Tiempo en una edición de mayo del año pasado, como resultado de la encuesta contratada a Datexco, los ciudadanos manifiestan su mayor preocupación en materia de generación de empleo (52%), cobertura y calidad de los servicios de salud y educación (23% y 22% respectivamente), erradicación de la pobreza (17%), seguridad ciudadana (27%), la corrupción de los políticos (10%); temas en su orden de mayor interés de los ciudadanos.
Paradójicamente, la vivienda ocupó el 1% del interés de los ciudadanos encuestados.  
Pero hoy en Colombia 3.828.055 de hogares esperan una solución habitacional, 1.307.757 requieren construir una nueva vivienda para ocuparla y otras 2.520.298 familias requieren reparar la que ya habitan.  Las cifras sobre las cuales me voy a referir tienen como fuente el Dane y no necesariamente citarlas implica que estemos de acuerdo con ellas, pues se encuentran desactualizadas aproximadamente en 7 años, es decir que las cifras pueden ser en muchos casos peores a las que voy a citar.
Los diez departamentos que mayor déficit en construcción de vivienda nueva presentan en proporción a la cantidad de unidades son en su orden: Vaupés (36%), Vichada (27%), Guaviare (29%), La Guajira (24%), Sucre (20%), Córdoba (20%), Arauca (19%), Magdalena (16%), Bolívar (16%) y Casanare (15%).
De igual forma los diez departamentos que mayor déficit en mejoramiento de vivienda presentan son en su orden los siguientes: Chocó (80%), Guainía (75%), San Andrés y Providencia (71%), Vichada (63%), Putumayo (63%), Córdoba (59%), Guaviare (59%), Amazonas (53%), La Guajira (52%) y Magdalena (50%).

Capítulo 2. Propuestas.
Estas son las Cuatro primeras propuestas para descentralizar efectivamente la Política Nacional de Vivienda de Interés Social, consisten en:
1)  Definir y construir las Políticas Regionales de Vivienda, el país es diverso y esa es la fuente principal de nuestra riqueza como nación, pero así como la forma de construir y gestionar la vivienda en las diferentes regiones del país es distinta también lo deben ser las políticas que se apliquen. 
Que distintas resultan ser las viviendas que construyen los bogotanos, a las que se fabrican en córdoba y sucre, las que por su propia cuenta hacen los indígenas en la amazonia, los palafiticos donde viven las comunidades afro colombianas del litoral pacífico, hasta las casas de bahareque que hacemos en el eje cafetero.
2)    Para que la descentralización sea efectiva, con el respeto que nos merecen los funcionarios que trabajan con entidades públicas; lo primero que debemos hacer es quitarle toda la ejecución de los subsidios y de los programas de vivienda al actual Ministerio de Vivienda pero no desaparecerlo, por el contrario aunque parezca contradictorio, propongo fortalecerlo como única institución a la cabeza del sector habitacional del país.  Propongo unificar en torno al actual Ministerio de Vivienda, Ciudad  y Territorio la dirección y fijación de las políticas de vivienda que actualmente están regadas en los Ministerios de Agricultura y Desarrollo Rural (con la política de vivienda rural) y en el Ministerio de Defensa Nacional (con la Caja Promotora de la Vivienda Militar y de Policía y el Instituto de Casas Fiscales), que en mi modo de ver han sido la principal razón por la cual la institucionalidad no ha funcionado por cuanto las decisiones las toman múltiples actores que por su naturaleza (Agricultura y Defensa) no son expertas en materia habitacional y por lo tanto no permiten que el sector avance.
3)    De igual forma debe crearse la Superintendencia del Hábitat para vigilar, controlar y sancionar a los actores del Sistema Habitacional, comenzando por llevar un estricto registro y hacer seguimiento a la gestión de los arquitectos e ingenieros diseñadores y constructores, a las empresas constructoras y oferentes de vivienda de toda clase (para garantizar que le cumplan a los compradores), a las firmas de interventoría y de supervisión, a las lonjas y sociedades de intermediación inmobiliaria, a los peritos avaluadores y sus sociedades, a las curadurías urbanas y las oficinas de planeación municipal que otorgan licencias, a los arrendadores, las empresas arrendadoras y las sociedades inmobiliarias especializadas en arrendamiento, así como a los gremios que representan al sector, con el único fin de brindarle a los ciudadanos una entidad que vele y defienda sus intereses. Y también a las entidades territoriales encargadas de los asuntos de vivienda social.
Las políticas regionales de vivienda que se proponen, deben cubrir por lo menos a las regiones de la Costa Caribe (que precisamente han votado por un referendo que les permita definir su autonomía regional), la Costa Pacífica, la Región Andina, el Magdalena Medio, la Amazonia y la Orinoquia, los Santanderes y la región Cundiboyacense. 
4)    Las ocho regiones que proponemos para direccionar la Política de Vivienda deben poder definir de manera autónoma, la metodología, los criterios y la forma como se deben canalizar e invertir los recursos del presupuesto nacional girados a las regiones para su ejecución con plena autonomía, los aportes de los entes territoriales y las cuotas de participación en los Fondos de Vivienda de Interés Social que actualmente administran las Cajas de Compensación Familiar.  Así como los criterios de focalización en los hogares más vulnerables, los montos de ahorro programado, los sistemas de crédito y la gerencia de los proyectos.  Cada región ha logrado un avance gracias a su propia gestión, la cual debe premiarse, por eso casos como el Forec en el Eje Cafetero deben retomarse y replicarse, la Empresa de Vivienda de Antioquia –VIVA- es otro ejemplo; la Caja de la Vivienda Popular de Manizales, la empresa METROVIVIENDA en Bogotá, los Fondos de Vivienda de Interés Social de Bucaramanga, de Duitama y Sogamoso son buenos ejemplos que deben fortalecerse, pero que se han venido a menos por la interferencia politiquera en sus estructuras y por la manipulación del Gobierno Nacional al tratar de fijar una única norma que funciona en los escritorios en los despachos públicos en Bogotá pero cuando se llega a la ejecución en las ciudades y regiones del país no es aplicable.   Otras entidades territoriales como las Promotoras de Vivienda del Quindío y Risaralda deben liquidarse inmediatamente para no desangrar mas la vivienda social en estas regiones.
El propósito de descentralizar, que podemos definir como nuestra principal gran meta, es fortalecer y lograr que más de cien ciudades intermedias sean fortalecidas y logren un adecuado crecimiento para equilibrar y detener las megalópolis que en pocos años serán Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali, lo cual es inminente si no se descentraliza pronto la gestión en vivienda en estas regiones.
En el caso de la Sabana de Cundinamarca debe fortalecerse la gestión de 21 municipios cuyas poblaciones sumadas representan la tercera ciudad (dispersa) más grande del país.

Capítulo 3. La gestión del Gobierno Nacional.
A pesar de la infinidad de instituciones que participan en el Sistema Nacional de Vivienda creado por la Ley 3 de 1991 y reformado ampliamente por el pasado y el actual Gobierno; del inmenso mar de disposiciones que promueven la vivienda social; y pese a que en los dos últimos años se triplicó el presupuesto del Gobierno Nacional para los subsidios familiares de vivienda y a que en el último año se implementó el subsidio a la tasa de interés de los créditos hipotecarios, los resultados hoy no son aceptables.
No le haremos las cuentas al programa político coyuntural de regalar casas a cien mil familias.  Baste con decir que la primera entrega puede ser catalogada como EL OSO DEL AÑO; la primera casa gratis el Ministro de Vivienda se la entregó a una señora que ya era propietaria de una CASA GRANDE, y le prometió dotarsela completamente porque dizque llevaba 50 años esperándola. Tomado de Noticias Uno, que tal esto. http://www.youtube.com/watch?v=WEUq4n3c0Ic&feature=share
Estamos cada día más lejos de alcanzar los niveles de construcción de nuevas unidades y de reparación de las ya existentes que el país requiere para cubrir el déficit habitacional.

LAS CIFRAS.
El país cuenta con un stock de 10.537.735 viviendas, 7.839.484 en las zonas urbanas (74%) y 2.698.251 en el campo (26%), lo cual implica fortalecer la política de vivienda de interés social rural.  Del total de viviendas 2.918.447 viven en arriendo (31%), 6.001.259 son propietarios (63%) y 610.669 tienen otra clase de tenencia (6%).
Pero es importante advertir que existen en el país 646.405 (6% del total de viviendas construidas) que está desocupadas, es decir que no las habita ninguna persona, 336.902 (52%) en las zonas urbanas y 309.503 (48%) en la zona rural.
De otra parte es importante tener en cuenta el número de Viviendas que resultan averiadas y destruidas por eventos catastróficos, el promedio de los últimos 10 años es de mil muertos por año, 50 mil damnificados y 31.154 viviendas afectadas de las cuales 7.114 resultan destruidas, la mayoría de veces porque la población ha ido interviniendo zonas más vulnerables sin planificación alguna.  La geografía colombiana está colmada de áreas de riesgo de desastres naturales y antrópicos y numerosos y recurrentes eventos se producen anualmente, con saldos de víctimas que se cuentan por miles y pérdidas económicas cuantiosas.
El riesgo sísmico proviene de varias fallas tectónicas sobre las cuales están acentadas las principales ciudades del país, además de 45 volcanes de origen terciario y cuaternario ubicados en las cordilleras Central y Occidental, de los cuales 8 están activos y localizados en el Macizo del Ruiz, Tolima, Santa Isabel, El Galeras (Nariño), el Puracé (Cauca y Huila).
Cuatro ciudades han sido destruidas o semi-destruidas por violentos sismos: Cúcuta en 1875; Popayán en 1983, Armero en 1985 (más de 25.000 muertos); y Armenia y el Eje Cafetero en 1999 (1.180 muertos, 4.765 heridos y 44.513 viviendas destruidas), el Volcán Machín, el Nevado del Huila y el Galeras han hecho erupciones recientes.  Así, los departamentos de Quindío, Risaralda, Caldas y los Santanderes constituyen áreas de alto riesgo, quedando Bogotá y varias otras ciudades con calificación de riesgo moderado.  Pese a los esfuerzos no ha sido posible que los moradores desalojesn la Zona de Amenaza Volcánica del Galeras.
El riesgo de movimientos en masa (deslizamientos, derrumbes, solifluxión y otros) afectan el 51.5% del territorio nacional (588.000 Km2) como consecuencia de la erosión, la cual es de severa afectación en el 2.53% del territorio (268.000 Km2).  Numerosas ciudades están siendo afectadas anualmente por este tipo de eventos, con graves pérdidas humanas y económicas, además de la colmatación de los alcantarillados debida a fenómenos sedimientógenos conexos.
El riesgo de inundaciones es igualmente alto según el HIMAT porque afecta a 14.9 millones de habitantes, de los cuales 2.177.000 están asentados en las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca; 5.300.000 en la Orinoquía, 3.700.000 en la Amazonia; 2.100.000 en la vertiente del Pacífico; y 1.300.000 en las riveras de los ríos Atrato y Sinú.  Sólo, en la cuenca del Magdalena - Cauca se produjeron 168 muertos por año entre 1977 y 2007, actualmente la Mojana tiene afectados a más de 426.000 habitantes de ocho municipios de Sucre y Bolívar.   La gente sigue construyendo sus ranchos en zonas de inundación o de erosión ante la mirada atónita y negligente de los funcionarios encargados de las oficinas de planeación, de los inspectores de policía y de los propios Alcaldes Municipales.

Capítulo 4. Mas propuestas.
Presento aquí, Tres nuevas propuestas para lograr los objetivos de las Políticas Regionales de Vivienda de Interés Social, consisten en:
5)   Volver realidad el concepto de la función social de la propiedad privada, de tal forma que los Alcaldes Municipales y los Gobernadores puedan declarar el abandono de la propiedad, en aquellas edificaciones, de tipo residencial, comercial, mixto e industrial que cuenten con acceso inmediato a servicios públicos domiciliarios básicos cuando sus propietarios, poseedores o administradores no estén realizando ningún tipo de actividad en el inmueble y cuando hayan transcurrido más de 6 meses de presentarse la situación de no uso, esta norma aplicará para aquellas construcciones ubicadas en la trama urbana consolidada de las ciudades y en los corregimientos y veredas del país, que están construidas en buen, regular o mal estado para permitir que la autoridad las pueda intervenir, administrar, adecuar para su entrega a hogares vulnerables (en arrendamiento, venta o donación como subsidio en especie), llegando a la expropiación y reasignación como viviendas a nuevos hogares y edificaciones vacantes en la de las ciudades.
6)  El otorgamiento de facultades extraordinarias a los Alcaldes Municipales junto con la dotación de mayores recursos en cuanto a expropiación y recuperación de tierras en zonas de riesgo para el desalojo efectivo pero también en zonas seguras para la reubicación segura de las familias afectadas por desastres naturales, así como la atribución de funciones a la policía para garantizar el cumplimiento de las órdenes de desalojo de los hogares asentados en zonas de riesgo, aun en contra de la propia voluntad de las personas, cuando sea requerido para preservar sus propias vidas.
7)    Facultades que deben ir acompañadas del aumento de penas y la imposición de multas y sanciones a las personas que construyan en zonas de riesgo, así como la prohibición de dotar de servicios públicos a las viviendas construidas por parte de las empresas de servicios públicos deben ser normas disuasorias de este tipo de asentamientos.
8)  De igual forma para corregir los vicios que producirán las casas regaladas que la gente sale a vender a menos precio con un documento privado o una promesa de compraventa, proponemos penalizar con carcel sin beneficio de casa por carcel a quienes compren esas viviendas antes de que transcurran los diez años para habitarlas y con destitución de los notarios que autoricen o autentiquen dichos documentos o promesas.

Continua….

LUIS ALBERTO VARGAS BALLEN.
evivienda@gmail.com

NOTA: Al(los) funcionario(s) del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio que tienen encargados de fusilar estas propuestas, le recomiendo citar la fuente.  A partir de la fecha y con la sentencia de tutela que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca nos ha fallado a favor el día de hoy, procederemos a defender nuestros derechos de autor.