¿Qué significa este fallo? Sobre la caída de uno de cientos de proyectos inmobiliarios ilegalmente tramitados en la Cuenca del Río La Vieja

Como gestor habitacional, veedor ambientalista y denunciante debería sentirme feliz por el resultado favorable y el éxito alcanzado con el fallo del Tribunal Administrativo del Quindío -Link 003-2020-00164-01.pdf (180grados.digital) - que nos dá la razón y anula las licencias de urbanismo y construcción de un proyecto inmobiliario a todas luces ilegal e inconveniente, y causa felicidad ver que la justicia aunque tarde ha llegado; con toda su fuerza no lo sabemos, pues los implicados siguen adelante sin importarles nada.

Esta bocanada de aire fresco renueva nuestra fe en la justicia, pero también nos genera mucha tristeza.

Nos sentimos tristes por los cientos y miles de familias que ingenuamente creen en proyectos inmobiliarios de este tipo, que en muy pocos días les recogen las cuotas iniciales y los ahorros de toda su vida, y que hoy se sienten frustradas, preocupadas y angustiadas por esta gran perdida; hacia ellos debemos ahora volcarnos para brindarles toda la asesoría legal que les permita recuperar su dinero y devolverles algún día la fe y la confianza en las instituciones, aunque el camino para ellos sea largo e incierto.

Más tristeza nos causa ver la forma como los promotores inmobiliarios logran que todas las autoridades locales y regionales, la administración municipal, la autoridad ambiental, las empresas de servicios públicos domiciliarios, incluyendo el alma mater “Uniquindío”, actuaran sincronizadas en una misma línea, tapándose unas a las otras todas las irregularidades cometidas, transitando como zombis un camino a todas luces ilegal e inconveniente, derrochando suma displicencia y negligencia, corrompiendo así los cimientos de nuestra idiosincrasia. 

Y las entidades del gobierno nacional siguen sin darse cuenta, trabajando de frente a Monserrate y de espaldas al país.

Eso a ellos no les importa, pero a nosotros sí y esta es la primera derrota de muchas que vendrán en seguidilla, pues como veedores y ambientalistas hemos acopiado cientos de quejas y pruebas que iremos presentando para detener esta anomalía.

Los implicados han logrado desgastar la administración de justicia y hoy le dejan al territorio un elefante blanco que no podrá ser habitado por sus compradores de buena fe, una obra que afectó el ambiente, las laderas de la Quebrada Las Yeguas, los guaduales, la flora y la fauna local y que perdurará allí hasta que sea demolido como monumento a la corrupción del sector constructor que ya es un fenómeno generalizado en nuestra región.

Sin embargo el balance al final es positivo.

Este gran mensaje se constituye en un buen aprendizaje, pues todos los ciudadanos, ancianos, mujeres, hombres de negocios, jóvenes, profesionales, niños y niñas, podemos ejercer el poder de la veeduría ciudadana, podemos levantar la voz y denunciar los atropellos, no seguir agachando la cabeza ni permitir que nuestra dignidad siga siendo pisoteada.

Los invito a unirnos a través de las redes sociales para hacer que la justicia y con ella la prosperidad reine para todos en nuestra tierra y volvamos a ser un territorio digno, en una tierra de hombres y mujeres libres.

Luis Alberto Vargas Ballén

@almargen007